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Sobre la mesa: Una disciplina en vías de reconocimiento

Al igual que el cine y el cómic en sus primeras etapas, la vertiente artística de los nuevos medios de Manovich que conocemos como “videojuegos” todavía no ha ganado el reconocimiento que merece. Todavía es un punto de vista el pensar que este software pueda ser merecedor ser considerado parte de esta disciplina.

Desde el punto de vista de haber crecido rodeado de consolas y videojuegos, y de haber escuchado a padres de amigos y alumnos tachando estos medios de expresión artística de “entretenimiento vacuo”, “comecocos” o “pérdida de tiempo” en favor de otros medios como los libros, la música o el cine; invito a mis compañeros a:

Considero que mi aportación puede ser valiosa porque muchas veces, quizá por miedo o disgusto hacia lo desconocido, valoramos de una manera más bien peyorativa lo que no conocemos de todo. Este pequeño acercamiento algunos de los videojuegos o sagas que han logrado un lugar en el corazón de muchos de sus jugadores puede ser un antes y un después en el que esté predispuesto a que así sea.

La calidad técnica de cualquier medio puede ser discutible, pero su cualidad creativa debería ser indudable.

Debate8en Sobre la mesa: Una disciplina en vías de reconocimiento

  1. Ester Nicolás Lloveres says:

    Azazel, un placer volver a coincidir contigo en otra asignatura. Te felicito por esta entrada, muy necesaria esta reivindicación. Un saludo!

  2. Claudia Rodriguez-Ponga Linares says:

    Hola Azazel! Encantada de saludarte.

    Gracias por tu contribución.

    Personalmente también crecí jugando a videojuegos, principalmente aventuras gráficas. Mi padre jugaba en su ordenador primitivo a una aventura gráfica llamada «Space Quest» y nos enganchó a mi y a mi hermano. A partir de ahí tuvimos una consola educativa llamada «Socrates» y de ahí mi hermano evolucionó hacia juegos de acción que no me acababan de interesar, aunque antes de seguir caminos separados jugamos al Monkey Island, Broken Sword, Fantasmagoria y alguna cosilla más. Tambén recuerdo esa maravilla que era Riven, en donde no pasaba nada (qué alarde más increíble, destinado a la más pura nada).

    No estoy muy puesta al día, pero hace unos años «me jugué» Thimbleweed Park, una aventura gráfica vintage maravillosa. Además de ser un gran juego me pareció un alegato filosófico en toda regla. Me lo recomendó, por cierto. un teórico de los videojuegos al que deberías seguir y leer desde ya: Alberto Murcia. Por otra parte, comentarte que leí hace poco algo sobre una obra de arte de Cory Arcangel que igual conoces. En el libro titulado «Oficina de la nada», de Felipe Cussen, en el capítulo llamado «Borraduras digitales». Búscalo e incorporalo ya a tu bibliografía, así como todo lo que recomiende Alberto Murcia.

    Saludos!

    Claudia

     

    1. Azazel Fernández Prado says:

      ¡Hola, Claudia!

      Muchísimas gracias por tu comentario. Queda apuntado todo lo que me has dicho. Sí conocía  de nombre Monkey Island (por supuesto) y Broken Sword, pero del resto solo me suena un poco el nombre de alguna. Solo jugué a Myst (precuela de Riven y, por lo que me cuentas, debe de ser del mismo estilo!) El terreno de las aventuras gráficas de los 90 me resulta prácticamente desconocido a pesar de que son antecedentes directas de las visual novel (como la que he mencionado, Steins;Gate), así que creo que es momento de iniciar alguna de ellas!

      Y desde ya estaré investigando a Cory Arcangel, las recomendaciones de Alberto Murcia y consiguiendo el libro de Felipe Cussen, ¡a ver si consigo inspiración para el proyecto!

  3. Begoña Álvez Souto says:

    Hola Azazel, encantada de conocerte.

    Yo me considero cero conocedora de los videojuegos y su mundo. Lo más cerca que he estado a este mundo es cuando mi chico, que es técnico de sonido, hace mucho tiempo trabajó en

    Voy a echarle un ojo a todas las recomendaciones que haces, me parecen muy interesantes sobre todo la recomendación para las bandas sonoras que comentas y lo de observar la armonía y belleza figurativa de otras menciones.

    Estoy de acuerdo contigo en que muchas veces valoramos de forma injusta lo que no conocemos. Yo generalmente si no lo conozco no suelo juzgarlo pero es verdad que si pienso en videojuegos sólo me vienen a la mente los chavales que se quedan horas enganchados a esta forma de divertimento y no le doy más valor sin apreciar todo eso que mencionas y que ahora me parece tan interesante.

    Gracias por compartir.

    Un saludo

    Begoña

    1. Azazel Fernández Prado says:

      ¡Gracias por tu comentario y por tu sinceridad, Begoña!

      No me resulta para nada extraño lo que me dices de que piensas más en los chavales enganchados que en el valor que el medio pueda tener: no hace mucho estuve discutiendo este tema con una tía mía, que ahora tiene una niña pequeña. Se negaba a comprarle una consola precisamente porque estaba convencida de que solo podía ser una experiencia negativa para ella. Y hasta que su psicóloga no le dijo que los videojuegos podían desarrollar la empatía, el trabajo en equipo, la capacidad creativa y muchos otros aspectos fundamentales, no estuvo predispuesta ni a escuchar sobre las consolas (por cierto, que ahora después de hablar de ello, ya está pensando en regalarle para las siguientes navidades una Nintendo Switch!).

      Y claro, la literatura de ficción no hasta hace tanto se consideraba una pérdida de tiempo, igual que el cine, la corriente musical que empezaron los Beatles, los cómics… Todo ello a día de hoy es considerado cultura, y sospecho que tiene que ver porque todo ello ya es parte de la infancia de la mayor parte las generaciones vivas a día de hoy. A los videojuegos todavía les queda un tiempo para llegar ahí, y por eso considero que necesito dar a conocer a todo el mundo posible las muestras de mayor calidad, porque a veces parece que se pierden entre otro tipo de videojuegos «gratuitos» basados en los microingresos, sin narrativa o banda sonora (entre otras cosas), más destinados a la cultura de la inmediatez y al consumismo que a otra cosa.

      ¡Un saludo!

      (por cierto, trabajar en Electronic Arts no es poca cosa! Fijo que él te puede hacer muchas más recomendaciones!)

       

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