Poner algo sobre la mesa
Poner algo sobre la mesa
Soñar despierto para atrapar ideas (según David Lynch) y trabajar la sombra (según Carl G. Jung), entrar en lo que es “otra cosa” (según yo):
Expresar “otra cosa” con palabras es difícil porque es justo lo contrario de la naturaleza de la ”otra cosa”. Palabras son explícitas la “otra cosa” es implícita y detrás de las palabras. Por ello solo es posible utilizar las palabras como metáfora, como poesía o prosa poética. El viaje aquí es desde la experiencia interior única e individual hacia el contexto colectivo. La contextualización colectiva de experiencias individuales pero comunes. En general se suele hablar de la consciencia y del subconsciente como de un arriba y un abajo. Arriba es la consciencia y abajo, como un poder inmenso, es el subconsciente. Personalmente creo que esta idea es errónea. En realidad, se trata del hemisferio izquierdo y derecho de nuestro cerebro según Iain McGilchrist “The Master and his Emissary” (Yale University Press 2010). Estos dos hemisferios son similares, pero no idénticos. Básicamente nos ofrecen dos visiones del mundo diferentes que nos posibilitan sobrevivir en un mundo potencialmente hostil. Con ellos somos capaces de manipular el mundo para conseguir objetivos aislados (comida, refugio, compañía, etc.) y de comprender el contexto que da sentido general de la situación en la que nos encontramos.
El contexto se comprende en el hemisferio derecho de cerebro luego se traslada al hemisferio izquierdo para su externalización mediante palabras u otras técnicas análogas. Esto significa una simplificación y una descontextualización; un fenómeno profundo se convierte en categorías superficiales que son más simples de transmitir por el artista y de comprender por el espectador. Estas simplificaciones siempre son algo frustrantes pero inevitables para la codificación del mensaje y para su comunicación eficaz. Es en la mente del espectador, que decodifica el mensaje descontextualizado y categorizado, donde debe de rehacerse como fenómeno complejo. Entonces se ha conseguido transmitir el mensaje del arte. Así que, como artista, se debe de buscar el contexto colectivo que es comprensible para cada individuo y utilizarlo como canal de transmisión sin caer en tópicos demasiado simples ya que no debe de quedarse en el hemisferio izquierdo del espectador como si fuese una simpe información técnica (no escribimos manuales de instrucción de lavadoras) sino tiene que trasladarse al hemisferio derecho donde se abre el espacio para una comprensión compleja y fenomenológica (sin palabras).
Un saludo a todos
Jens
Debatecontributions 2en Poner algo sobre la mesa
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Hola Jens!
Entrar en la otra cosa es un desafío, sí.
Mira, leyéndote y viéndote se me han venido a la cabeza algunas referencias:
Vuelta a la cuestión del doble, de Clement Rosset (en el libro «El objeto singular»)
El teatro y su doble, de Antonin Artaud.
La teoría pneumática y del hegemonikon, y concretamente esa reflexión sobre ese problema de traducción que se plantea entre esos dos mundos de los que estamos (o sentimos que estamos) compuestos. En tu caso hablas de consciente y subconsciente, pero también se ha hablado de cuerpo y espiritú, por ejemplo (y ese tema era central para la filosofía y la medicina clasica y renacentista). Sin ceñirnos literalmente a estos conceptos, creo que son sugerentes para reflexionar sobre la dualidad y el problema de traducción que mencionas.
Por ejemplo, el problema de traducción entre la palabra y la imagen, que es del todo relevante para nuestro trabajo: https://www.youtube.com/watch?v=8alRYmRm0M8
Saludos!
Claudia
Muchas gracias Claudia,
Es muy interesante lo que dices y el video me ha gustado especialmente.
Un saludo
Jens